El Fondo para el Desarrollo del Enoturismo ha ejecutado $300 millones con el fin de contribuir a la promoción turística de las regiones vitivinícolas.
Esta iniciativa tiene el objetivo de fortalecer y diversificar la oferta turística enológica en el país, impulsando el crecimiento económico y la creación de empleo en distintas provincias vitivinícolas.
A través de este programa, se brindaron apoyos y beneficios a las bodegas y fincas, permitiéndoles mejorar su infraestructura y fortalecer sus capacidades en la gestión turística.
El Fondo para el Desarrollo del Enoturismo se lanzó con la firma del ministro de Economía de la Nación, Sergio Massa, del secretario de Agricultura de la Nación, Juan José Bahillo, y del presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), Mario González, en abril de este año. Los recursos del programa fueron aportados por la Secretaría de Agricultura a través de Fondagro, cuyo administrador fiduciario es el BICE Fideicomiso.
Durante la primera etapa del programa, se aprobaron 147 proyectos que recibirán en total $220 millones en 16 provincias, para invertir en infraestructura, bienes y servicios que les permitan potenciar sus servicios turísticos, además de mejoras significativas en sus instalaciones, incluyendo la creación o renovación de espacios de visita, áreas de degustación y otras actividades en bodegas. Estas mejoras permiten ofrecer experiencias enoturísticas de mayor calidad y comodidad para los visitantes, informó Agricultura.
Mientras que el componente 2 del programa permitió que bodegas y fincas, tanto las abiertas al turismo como las que aún no lo están, recibieran capacitaciones especializadas en gestión turística, marketing digital, atención al visitante y desarrollo de productos enoturísticos.
Estas capacitaciones han permitido a las bodegas y fincas adquirir las habilidades y conocimientos necesarios para ofrecer experiencias de calidad y diseñar propuestas turísticas atractivas. Un total de 350 participaciones al curso de capacitación podrán acceder a presentar nuevos proyectos que aumenten la oferta enoturística de nuestro país.
El FDE benefició a bodegas y productores vitivinícolas de Jujuy, Salta, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Mendoza, San Luis, San Juan, Entre Ríos, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Neuquén, Río Negro y Chubut.
El desarrollo del turismo del vino también es uno de los ejes del Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI) en su actualización al 2030.
En la actualidad hay aproximadamente 380 bodegas abiertas al turismo, instaladas en 16 provincias del país, lo que muestra un crecimiento de la actividad en los últimos tres años, ya que en 2020 se contaban 14 provincias y 200 bodegas dedicadas al enoturismo.